Cómo empezar a ahorrar, para novatos.
Como emprendedor, como freelance, como respetable Godín, todos todos todos debemos estar conscientes que es bueno tener un ahorro para aquellos “rainy days” (para imprevistos pues) o quizá para un viaje o para un proyecto mayor. El chiste es ahorrar y saber hacerlo. Aquí les dejamos algunos sencillos pasos para comenzar a implementar y ya verán como sí se puede…
Vamos a meter orden.
¿Cómo? Registra todos tus gastos mensuales. Ago así como: luz, agua, internet, celular, renta/pago de hipoteca, gasolina/transporte, vigilancia (si aplica), gimnasio, Netflix, clases adicionales y supermercado, si tienes hijos pues ve agregando aquello que consideres gasto fijo como colegiatura, clases extras, etc. Dependerá de cada quien.
El presupuesto.
Con lo anterior, ya tendrás una idea de cuáles son tus gastos fijos mensuales. Comienza por separar esta cantidad de lo que ganas mensualmente, tal vez este ejercicio te haga valorar qué pagos del punto 1 son indispensables para ti y cuáles no. Por ejemplo esa mensualidad del gym que jamás usas o alguna suscripción que ni te acordabas que tenías o que rara vez utilizas. Considera cancelar todo eso.
Evita los gastos hormiga
Me refiero a todos aquellos gastos que no están considerados en tu presupuesto y sin los cuales puedes seguir existiendo (me refiero a ese latte que te compras diario, las compras por impulso, el servicio a domicilio o las comidas fuera de casa a cada rato). Tip: cuando vayas al súper haz una lista y cuando estés a punto de comprar algo que no habías considerado, házte las siguientes preguntas: ¿lo necesito? ¿qué pasa si no lo compro?
Cuentas de ahorro.
Asesórate con tu banco, a veces cuentan con algún servicio donde puedes monitorear o bloquear ciertas cantidades desde alguna app o el cajero. Igual puedes mantener dos cuentas, la propia y la de “nómina” del trabajo y estarse traspasando dinero cada quincena utilizando la de “nómina” para los gastos. Lo mejor es ahorrar del 10% al 15% de lo que les quede “libre” de la quincena.
Si no usas el transporte público, todas las monedas que tengas desaparécelas dentro de un cochinito de cerámica. Tras seis meses o un año, ve y cambia todas esas monedas en el banco y directo a la cuenta de ahorro.
Fíjate metas a corto y largo plazo.
Saber para qué ahorramos nos ayuda a motivarnos, puede ser desde un viaje hasta una boda. Incluso para la jubilación. También recuerda que invertir es otra forma de ahorrar, revisa esas nuevas plataformas de emprendimiento.
