Un año regalando «Dulces Momentos»
Cuando se nos llega a la mente un recuerdo o una memoria no podemos evitar los detalles que estuvieron involucrados en ellos, el lugar, las personas, la ocasión y el motivo. Sin duda son elementos que su calidad o cualidad juegan un papel determinante en el cerebro para que esas memorias se mantengan intactas en los años por venir.
No cabe duda que las personas con las cuales compartamos nuestros momentos especiales juegan un papel determinante, sobre todo la familia y amigos, ya que las emociones y los lazos con ellos se fortalecen cuando nada más existe el placer de estar reunidos, y si además el motivo es un cumpleaños, un bautizo o una graduación, se atesora aún más.
Esto es algo que tienen muy en claro Noemí y Adalberta de “Ch’ujuk Súutuk: Dulces Momentos”, mentes creativas detrás de esta organizadora de eventos que se han encargado de grabar en la memoria de sus clientes sus ocasiones más especiales. Esto, debido a la entrega, pasión y atención al detalle que tienen en cada uno de los eventos que les toca llevar a cabo.
En Península Men tuvimos la oportunidad de platicar con ellas y que nos describan detalle a detalle cómo ha sido el año que les ha tocado trabajar juntas, porqué decidieron realizar este emprendimiento y qué les deja a cada una de ellas, después de realizar tan ardua y loable labor para sus clientes, familiares y festejados.
Dulces Momentos comienza con un mobiliario para eventos familiares con el que ya contaban, y debido un cambio en el estilo de vida de una de las fundadoras decidieron llevarlo a cabo de una manera formal; todo con la intención de que este emprendimiento le diera más oportunidad de pasar tiempo con sus seres queridos y de alejarse de los horarios establecidos de trabajo formal.
Sin embargo como es la vida, llegan sus pruebas, y así lo fue con la pandemia del coronavirus que afecto, en primeras instancias a las reuniones sociales, ya que quedarse en casa para reducir los contagios era prioritario. Pero mostrando una capacidad impactante de resiliencia, Adalberta y Noemí lograron adaptarse a lo que las normativas que se daban. Primero con los horarios, las medidas de sanidad y los participantes permitidos en cada reunión, permitiendo aun así que en tribulaciones tan inesperadas y fuertes como una pandemia a nivel global, puedan navegar e ir sobreviviendo poco a poco.
Cada quién tiene funciones muy específicas, mientras una tiene la visión de lo que se hará para cada ocasión, la otra ejecuta y lleva a cabo la idea de la otra. Gracias a esto tienen una manera de colaborar muy efectiva que resulta en un escenario realmente memorable y digno de la ocasión que se compartirá en ese momento.
Mencionan que lo que más disfrutan en la satisfacción de ver a cada uno de sus clientes felices en sus fotografías y solamente dedicados a disfrutar de la ocasión y de sus seres queridos, ya que la logística y el manejo de los elementos puntuales del evento están totalmente cubiertos por Dulces Momentos. Las dos trabajan bajo los siguientes axiomas en cada uno de sus eventos “Siente que lo estás haciendo para tu propia familia” y “Siempre buscar la excelencia”, con eso en mente el amor y la atención al detalle a cada una de las fluctuaciones del evento salen naturalmente.
Las expectativas que tienen para los tiempos venideros es expandir su agenda y cubrir la mayor cantidad de eventos que puedan, sin comprometer su calidad y cada una de las cosas que ya mencionamos. Afortunadamente los eventos sociales se han reanudado en Yucatán y se puede decir que la gente está ávida de reponer el tiempo perdido en la pandemia, y no nos cabe ni la menor duda que Dulces Momentos, estará ahí, en ese evento dándole todo el amor que merece.
No nos cabe duda estos emprendimientos nos llenan el corazón de alegría y buena vibra, y en Península Men somos afortunados de poder caminar juntos en el camino como yucatecos tratando hacer cosas que trasciendan en nuestras vidas y en nuestros círculos, tanto el familiar como el profesional. Talentos y personalidades como las de Adalberta y Noemí, los queremos y necesitamos siempre. ¡Felicidades chicas!
