5 comportamientos tóxicos que tienes contigo mismo y no lo sabías

Las enfermedades emocionales están totalmente infravaloradas en los tiempos actuales, y más, porque hoy en día sale cada nueva tendencia, un nuevo gurú, un nuevo coaching y una nueva pastilla que te quitará la depresión, ansiedad y el apego a las personas y a lo material, que parece complicado entender que estos padecimientos son enfermedades físicas, nada diferentes a la diabetes o a la hipertensión.

Sin embargo hay que saber diferenciar entre las personas que si están realmente enfermas de las emociones, con las que solamente tienen “pensamientos enfermos” sobre ellos y sobre las circunstancias que les rodean. Estos “pensamientos tóxicos” si no se atacan por medio de tratamiento psicológico o psiquiátrico pueden llegar a perjudicar la vida de uno de maneras realmente preocupantes. 

A continuación te mencionamos algunos para ver si te identificas:

• Reprimes tus emociones: Esta es una característica clásica de una persona que viene de un hogar disfuncional, ya que fue enseñado por medio de la dinámica familiar a no comunicar sus emociones de manera asertiva, ya que podrían haber repercusiones o consecuencias, por lo tanto, lo repite en su adolescencia y lo repite en su vida adulta. Es un error garrafal vivir aislado emocionalmente, ya que como cualquier receptáculo de “toxicidad” es necesario sanear y limpiar, luego entonces, llenar la cabeza con pensamientos sanos.
• Hacerte la víctima en todas las situaciones: Nunca asumes la responsabilidad de tus actos, crees que todos tienen una agenda maquiavélica en tu contra y que eres el centro de los ataques de todas las personas malas a tu alrededor. No compañero, ya es momento de que te percates que tú has causado todas las cosas que te han pasado, las buenas y las malas, incluso las que tú crees que no hay manera que tú las hayas provocado, exacto, tú las has causado de manera directa o indirecta.
• Querer controlar todo: Esta manera enferma de pensar es una de las más peligrosas ya que es de las que trae más sufrimiento. El pensar que controlas todo es una de las expresiones egocéntricas más grandes del ser humano. ¿Quién te crees en esta Tierra con el poder suficiente para poder controlar los sentimientos de las personas, su voluntad, su forma de pensar y su actuar? Es una fantasía y un total espejismo creer que tu voluntad es infinita. En el momento en el que uno empieza a soltar, es cuando empiezan a dejar de doler las cosas ¿Por qué ya no me quiere fulano de tal? ¿Por qué este proyecto no se dio como yo quise? ¿Porque esta persona no actuó de la manera que yo quiero? Dios es el jefe, nosotros somos sus agentes.
• Descuidar tus horas de sueño: Te podrás recuperar de cualquier cosa que te metas al cuerpo, pero de no dormir, es uno de los daños más grandes que le puedas hacer. Realmente preocúpate por dormir, ya que es la única manera que tiene tu sistema de reiniciarse. Ponlo como prioridad número uno, no por dormir menos lograrás ser más efectivo en tu día a día.
• Complacer a los demás: No por ser “queda bien” te olvides de satisfacer tus necesidades primero. Recuerda que para poder ayudar a otras personas es necesario que estés bien en primera instancia. Una persona complaciente carece de carácter, es suave y no tiene el temple para poder ponerse primero ante situaciones que comprometen su bienestar. Se terminan por convertir en agachados.

¿Qué tal? ¿Te hizo ruido alguno de estos pensamientos enfermos? Si la respuesta es positiva, no te preocupes, no eres bicho raro sino todo lo contrario, hay millones de personas que piensan como tú. Lo mejor es tomar tratamiento y empezar a sanar, quitar el software roto y meter uno completo, sano y que te lleve a tener pensamientos y hábitos mejores.