Acné todo lo que debes de saber
Claro que recuerdas ese momento en la adolescencia en la cual la pubertad comenzó a hacerse presente en el rostro a través de manchas, piel grasa: acné. ¿Recuerdas qué tan difícil fue, cuánta inseguridad produjo y los costos monetarios y mentales que involucró?
¿Qué es el acné?
Para poder abordar esta nota es necesario primero definir a qué se refiere el acné. Es uno de los problemas dermatológicos más comunes en el mundo, así como una de las causas más comunes de consulta con expertos dermatólogos. En concreto, se puede definir como un problema en las glándulas sebáceas, siendo un tipo de glándulas en la piel, producen un exceso de grasa o sebo en zonas determinadas. La mayor concentración de estas glándulas se encuentran en el rostro y en la parte superior del torso.
Es usual que estas glándulas se obstruyan con la grasa producida, lo que produce una infección y estancamiento de la grasa, haciéndose así barros o granos.
¿A quiénes y cómo afecta?
Por lo general, afecta mayormente en la adolescencia, sin embargo, no es un sector restringido pues se puede presentar en otras edades. Por otro lado, los daños no son solamente dermatológicos, sino que el acné es el causante de repercusiones psicológicas dañando el autoestima y seguridad de quienes lo padecen.
Prevención, reducción y eliminación.
Es necesario mencionar que la piel es muy diferente entre las personas, por lo que esto, es un factor que influye directamente en los niveles de esfuerzos para su prevención o en su caso, eliminación. Son muchas las alternativas existentes para prevenir y eliminar este problema, entre los más efectivos se encuentran los siguientes.
Cuidar lo que se come. Es evidente y comprobado que la cantidad de grasas y azúcares que consumimos influyen directamente en las glándulas sebáceas, por lo que reducir el consumo de estos, facilitará la prevención y eliminación del acné.
Es evidente y comprobado que la cantidad de grasas y azúcares que consumimos influyen directamente en las glándulas sebáceas, por lo que reducir el consumo de estos, facilitará la prevención y eliminación del acné.
Lavarse la cara. Es tan fácil, así como se lee. Lavarse la cara con jabones neutros e incluso especializados para el rostro, eliminan el exceso de grasa del rostro y limpian los poros de la cara.
No tocarse la cara. Las manos son una de las zonas del cuerpo que más gérmenes acumula, esto debido a que las utilizamos para posarnos, sostener objetos y tienen un contacto directo con muchas superficies. Tocarse la cara con las manos potencializa el riesgo de infección debido a las bacterias que tienen.
Jabones, cremas y mascarillas. Existen muchos productos farmacéuticos que se centran en el tratamiento de la piel grasa y el acné que son efectivas. Así mismo, las mascarillas naturales también son una opción. De carbón activado, limón, miel y muchos otros. Existe una variedad de cremas y mascarillas naturales que se han demostrado como efectivas para el tratamiento del acné.
Visitar un dermatólogo. Los especialistas no pueden faltar en esta lista, pues ellos son quienes mejores y más profesionales recomendaciones pueden tener. Es aplicable puntualizar la importancia de los dermatólogos para el tratamiento de problemas de la piel, por lo que es siempre necesario realizar una consulta con los expertos para el tratamiento de problemáticas como lo es el acné.
La salud y la buena apariencia son aspectos que influyen en nuestra confianza. Si bien el acné es un problema que muchos han sufrido, también es uno que se puede superar. Que las imperfecciones no limiten la seguridad de cada uno.
